miércoles, 28 de enero de 2009

La Comisaría de Daoiz

Daoiz, General que encabezó el levantamiento contra los franceses del 2 de Mayo, es el testigo de los hechos desde su pedestal conmemorativo. No llegó a tiempo para rescatar el Monasterio Casa Grande del Carmen de la invasión francesa, viendo como su barrio perdía uno de sus edificios referentes…el murió en batalla pero se quedó con nosotros. En 1889 se inauguró su monumento que esculpiera Antonio Susillo, -quien apenas 6 años antes restaurara a Ntra. Sra. de la Amargura de los daños sufridos en el famoso incendio de los Palcos de la Plaza de San Francisco, haciéndole nuevas manos-. No sabía Susillo que había esculpido al testigo más directo de una de las transformaciones más polémicas de Sevilla.

Por aquel entonces el Daoiz vio como su Colegio había dado paso a los Cuarteles de La Gavidia y San Hermenegildo. Este recinto incluía la Iglesia ,actual Sala de San Hermenegildo (objeto de disputa de diversos organismos para su utilización)… Era una nueva configuración de una zona de la Ciudad que había crecido con calles trazadas a “cordel”.

A principios del siglo XX, Daoiz seguía familiarizado con su entorno. Pero a una nueva guerra, le siguió una etapa dura. Por entonces Sevilla era poco más que su Casco Histórico. Las directrices desarrollistas del “tardofranquismo” mandaban “renovar” la trama urbana; potenciar un centro comercial, y nuevos edificios de servicios (Comisaría de Policía, sede de Sindicatos), algo que se plasma con la apertura de nuevas calles (Virgen de los Buenos libros) y la actuación de la siempre cruel piqueta.

Daoiz, desde su atalaya, sabe que allá donde se ubica el edificio de Sindicatos y un existió la Casa Grande del Carmen. Observa el Corte Inglés donde se encontraban los Palacios de los Dalp…y la demolición de los Cuarteles….solo se respeta la Sala.

Quizás el crecimiento económico y de negocios, fue tan grande como la pérdida de un modelo de ciudad. Como en toda ruptura alguien pagó los platos rotos. Fue el primer edificio que se construyó…la Comisaría de Policía. Llegó al lugar equivocado en el momento más inoportuno. Daoiz se preguntaba si un estilo arquitectónico que bebía de los principios del Movimiento Moderno era el adecuado.



Pero realmente el Racionalismo era la línea que seguían todas las edificaciones administrativas o de servicios de la época…el Régimen perseguía una imagen más “moderna” que rompiera con un pasado tenebroso…y tras barrer cualquier huella del pasado había vía libre para un nuevo estilo. Ya su ejecución, a cargo de OTAYSA, debido a la precariedad de la obra, desvirtuó el espléndido proyecto de Ramón Montserrat Ballesté. Así, desde su finalización en el año 1962, el ciudadano la responsabilizó de la desastrosa planificación urbanística de la época…el deterioro de los años, la “metástasis” de los de aire acondicionados “ventaneros” y, sobre todo, el fin de la actividad entre sus paredes, hizo el resto.

Las calles a las que limita se convirtieron en eternas traseras de la ciudad. Quien se acercaba por la entrañable calle Cardenal Spínola, se encomendaba a Daoiz para que le diera suerte hasta llegar a la otra orilla…y en sentido contrario el Gran Poder siempre parecía estar más lejos.

Este visitante siempre que pasea por la zona se maravilla con la rotundidad de los volúmenes del edificio y de un estilo desgraciadamente poco presente en la ciudad….de la cuál nuestro edificio no se olvidó ya que hizo que se distribuyera en torno a elementos tan sevillanos como son los patios. Si este edificio se aprovechara para un uso cultural o social (como parece que se pretende) sería un nuevo referente de la zona.

Desgraciadamente, Daoiz acaba de presenciar como el proyecto de rehabilitación de este edificio, que conviene recordar que está Catalogado, se cayo de la lista del Plan 8000 y del PROTEJA…los pactos políticos es lo que consiguen…una extraña prioridad de actividades….en su lugar van a repavimentar el entorno de su monumento.

El otro día pasaba cerca. Daoiz ,en su pedestal, aún sigue siendo el General de una zona indefinida de la ciudad. Por la Gavidia, la antigua Comisaría viste envuelta en lonas, donde alguien ha querido darle dedicarle el único piropo que ha recibido de esta ciudad: textos de Chaves Nogales revisten sus paredes.

Se despide este visitante, con la sensación de que su perdida puede ser irreversible…pero esto lo lamentaran pocos, ya que con así se enterraría la rabia por destrucciones irreparables…No creo que Daoiz pueda hacer nada…igual que con la Casa Grande o el Colegio. Mis últimas palabras se las dediqué hace ya tiempo (su rehablitación fue objeto de mi Poyecto Fin de Carrera):


“el patio sevillano es siempre tránsito, y como todo tránsito (…) doloroso. En él se pasa, pero no se está (…) pero, aunque lo pasemos bien, no deja de ser doloroso ese pasar y no estar”

Manuel Chaves Nogales. La Ciudad

viernes, 16 de enero de 2009

Mi Cartel en El Cartel

Hará unos 10 años de esta visita. Noche del Miércoles Santo, madrugada ya del Jueves. En la plaza de San Martín no se cabía. Siempre acostumbraba a ver la salida de La Lanzada, ese año optamos por ver la entrada. Ese rincón de la ciudad con sus fachadas nobles, el olor a Azahar, la oscuridad…se aventuraban momentos intensos.


Recuerdo que llegamos con tiempo. Conforme avanzaban los días de la Semana Santa, y hacía mas mella el cansancio, dábamos cierto margen para ver algunas Cofradías. Un tiempo de espera agradable, como todos los de esta Semana, comentando lo que habíamos visto…esta chicotá, aquella marcha…así casi sin darnos cuenta empezaron a aparecer por Cervantes antifaces de raso rojo.

Poco a poco se hace el silencio (que me gusta esta palabra en estos días). En la lejanía se intuyen más que oírse un eco acompasado de los bombos, y queremos como ”apretar el oído” para enterarnos….siguen pasando nazarenos y asoma el Bacalao, ¡ya está ahí el último tramo! Por entonces ya resuena totalmente la batería de “Tres Caídas”. Es un sonido muy característico; quien haya visto “El Herodes” o “El Cristo de la Conversión” en su recorrido de vuelta sabrá a que sonido me refiero.

Interpretamos el fin de una chicotá por el cese del redoble de tambores que se pierde en el eco de la noche, en un silencio que se ha adueñado de la plaza por completo. La expectación crece por momentos, y nace un sentimiento de envidia por aquella parte del público, que al otro extremo de la plaza, ya puede ver el paso.

Suenan unos golpes secos de llamador…o de pertiguero; porque van apareciendo por la esquina pareja a pareja hasta seis ciriales, que, aún bajos al estar “arriao” el paso, se introducen lentamente en la plaza. Sobre la fachada encarnada de una casa Palacio se reflejan, como si de un farol se tratase, los candelabros del paso…Se intuye la inmensidad del Misterio.


El silencio deja oír la voz desgarrada del capataz que antecede el golpe seco del llamador. El reflejo de la pared súbitamente se vuelve inestable y sube por ella. A la vez, en una coreografía perfecta, empiezan a sonar sin tambor previo los sones de cornetas de la marcha “María Santísima del Rocío” (para mi de los mejores comienzos junto con Silencio Blanco). De pelos de punta. Se que lo que sentí yo, era común a toda la plaza, que compartió en murmullo general, un escalofrío de los pies a la cabeza. Un tributo a los sentidos; oído, vista, olfato, pero sobre todo al sentimiento que hemos ido cultivado año a año

Antes de que asomara el primer guardabrisa, tuve un pensamiento claro: este momento que acababa de vivir sería mi cartel de la Semana Santa.

El pasado sábado se Presentó el Cartel de este año, obra de Huguet Pretel. Os podéis imaginar lo que recordé al ver el motivo central de la pintura. Mi cartel, estaba en El Cartel; ese momento de espera, que simboliza la espera de los días grandes.

En otro caso, hubiera escrito acerca del estilo del Cartel, de la numerosa información que transmite, de tantos aspectos de las que ya se ha hablado (en algunos casos más de la cuenta). Hoy solo quiero decir que, mas que otro año, este Cartel si que me anuncia la llagada de la Semana Santa.

Deseo que disfruteis todos de este tiempo de espera de los dias grandes, en especial mis queridos amigos Angel y Cesar, con quienes esta noche he dado el "pistoletazo de salida" para la mas hermosa cuenta atrás.

viernes, 9 de enero de 2009

Maestranza de Cultura

El antiguo Arenal de Sevilla, en su crecimiento a extramuros de la ciudad, se ha conformado como uno de los referentes culturales de la ciudad. La fachada al río ha servido para que sucesivamente aparecieran elementos como la Plaza de Toros, El Hospital de la Caridad, el Teatro…las últimas noticias que tenemos es del posible uso de las Atarazanas para albergar la sede hispalense del Caixa Forum.

Sobre lo adecuado o no de este uso daré mi opinión mas adelante…antes quiero hacer un breve ejercicio de memoria histórica.

Evolución de las Atarazanas.

De toda la manzana que se configuró allá por el año 1252 (por orden de Alfonso X “El Sabio”), anexa a la muralla y la coracha de la Torre del Oro, como uso de Astilleros, a lo que ha llegado a nuestros días hay un gran camino.

Originalmente se componía de un total de 17 naves paralelas entre sí, y a su vez perpendiculares al río, al que se abrían sin fachada (conformando un frente industrial). La cota original del edificio se sitúa alrededor de 4 metros por debajo del actual. Los cambios de este edificio reflejan la evolución de la ciudad tanto geográfica como institucionalmente.

Así el uso inicial de astilleros, fue dejando lugar a otro de almacenaje, mercado y lonja, estableciéndose en el siglo XVI la Aduana.

En el siglo XVII empezaron los cambios en la evolución de este edificio. Así a partir del año 1641 las naves de la 8 a la 12 (contando desde la calle Dos de Mayo) albergaron el Hospital de la Santa Caridad. Aparece, por tanto, la primera reinterpretación de estas naves como dormitorios de enfermos y ajusticiados, amén de la Iglesia de San Jorge. Ésta última crea el primer ejercicio de apertura de una fachada al río.

Este proceso de cambio se consolida en el siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III. Las siete primeras naves fueron albergando sucesivamente un nuevo uso militar estableciéndose la Maestranza de Artillería. En esta época se crea el cuerpo de fachada neoclásico de orden gigante que compacta el conjunto. Era una segunda fachada al río, tras la Caridad. Este cuerpo es el que conocemos hoy día como “Las Atarazanas”.

El auge de la Maestranza de Artillería, propició su ampliación al solar de enfrente (actualmente el Teatro), que conlleva un curioso ejercicio de mímesis de la fachada de la Maestranza original (que paradójicamente queda ahora oculta), para volver a presentarse con un orden neoclásico al escaparate del Guadalquivir.

El resto de naves (de la 13 a la 17), fueron demolidas durante el franquismo para construir el edificio de Hacienda. En la línea de las actuaciones de esta época.

Sobre Fachadas.

Caixa Forum pretende instalarse en la parte de Atarazanas correspondiente a la Maestranza de Artillería. Un nuevo edificio Cultural (¿cuantos usos han pasado ya por aquí a lo largo de los siglos?), tras una fachada neoclásica, al igual que el Teatro de la Maestranza. Resulta curioso, parece el sello de la Maestranza sobre la Cultura.

Este uso cultural-expositivo parece el apropiado para estas naves (recuerdo ediciones de la BIACs, Territorios…también de Munarco). Pero dejarlo a una iniciativa privada parece lamentablemente parece haber sido la única salida posible. Iniciativas como la Fundación Museo Atarazanas, no han sido suficientes para desbloquear la situación. La Administración (desde que la Junta de Andalucía lo adquiriera a Defensa en 1993, solo llevó a cabo una serie de rehabilitaciones y organizó recorridos expositivos), parece solo mirar a la Costa del Sol para invertir en cultura (ya se pide la ampliación del Museo Picasso). Basta con ver el estado de la ampliación del Museo de Bellas Artes al Palacio de Monsalves.

Es de exigir que la única operación de “fachada” con la reconversión de las Atarazanas se quede en la rehabilitación de la misma (como el Teatro de la Maestranza), y no en un lavado de cara - para de paso un quitarse un problema menos de encima- de este edificio histórico.

Se habla de una inversión mínima de 20 millones de euros, para una superficie de 13500m2 ¿es suficiente?¿garantiza una solución acertada? En Madrid, en el proyecto de Herzog y De Meuron sobre la Central Eléctrica de Mediodía (año 1900) la actuación total -sobre 8000 m2 de superficie-, ascendió a 60 millones. Ni que decir tiene que la valía arquitectónica de un proyecto a otro no es comparable. Al igual que en Barcelona (tan dados a sobrevalorar sus obras), con la actuación de Arata Isozaki sobre la Fábrica Casaramona de Puig i Cadafalch (año 1912), sobre un total de 12000 m2.
En el debe de esta Fundación debo decir que, conociendo su sede de Barcelona, es una auténtica maravilla para el mundo cultural, todo tipo de ofertas (exposiciones, proyecciones, talleres, cines…), para todo tipo de visitante (familiar, estudiante…), y es con todo muy atractivo contar con un elemento así en esta mi ciudad. De paso que sirva de apoyo y promoción de la cultura local.

Pero NO a cualquier precio. Esta actuación, -ya que la administración pasa página-, debe exigir una inversión acorde al edificio que lo contiene. Se hipoteca el futuro de este espacio los próximos 75 años…y hay que asegurar que se ponga en valor el potencial histórico arquitectónico del edificio. No es edificio industrial cualquiera.

Debe garantizarse una solución que cree un nuevo referente en la arquitectura de Sevilla. Ojala sea un paradigma de fusión de herencia histórica con modernidad, y de paso elimine el carácter de “trasera” de la calle Temprado, dando un impulso a la zona. El edificio tiene muchísimas posibilidades (incluso aprovechar la cota original 4 metros por debajo de la actual); es un regalo para cualquier arquitecto, y, por supuesto, para la Fundación.

Esperemos que nuestras Atarazanas, edificio del siglo XIII, de profundos cambios durante los siglos del XV al XIX, y de abandono y destrucción en el XX; vea la luz en el XXI.

Una cosa más, ya que se va a llamar Caixa Forum, que su apellido sea Maestranza de Cultura.